La búsqueda es el ser mismo

Que la sociedad moderna está en una profunda crisis de creencias, no es novedad para nadie. Los ídolos caen a pedazos y los paradigmas de la religiosidad y la espiritualidad cada vez reciben mayores cuestionamientos en razón a los escándalos que golpean a instituciones dedicadas a la promoción de esos temas.

El mismo paradigma espiritual que se ha impuesto desde hace siglos nos muestra lo que los ministros desean que diga; digámoslo claro. Se ha evidenciado la manipulación con fines de lucro en diversas organizaciones religiosas, lo cual nos indica que hay doble moral evidente.

Por ello, al superar la inocencia de nuestros padres y abuelos, cada vez más los habitantes de este siglo y de esta sociedad contemporánea están abocados al vacío, a la insatisfacción permanente y muchas personas se entregan a la búsqueda de alguna forma de espiritualidad o creencia mucho más sólida que aquellas que han sido soportes tradicionales de nuestra civilización occidental.

Se han formado numerosos grupos sociales que viajan el lejano oriente a traer las enseñanzas de este o aquel swami; otros con recursos más limitados, se inscriben en cursos o escuelas de yoga, otros buscan la figura del Conde de Saint Germain, escuelas de todo tipo, etc., lo cual no criticamos, por supuesto, pero notamos la búsqueda intensa por entender mejor la realidad espiritual en sus diferentes dimensiones. aquello que dé foco y sentido a la propia vida con el encuentro de un timón genuino para nuestra idea de trascendencia.

La verdad es que al romperse la creencia dogmática en el Dios de nuestros ancestros, se convierte en necesario ocupar ese espacio con otras cosas de mayor solidez intelectual y de argumentaciones más razonables a la vista de los avances concretos de la ciencia, la que ha venido a corroborar las premisas del pensamiento antiguo oriental ( Egipto, India, China, Medio Oriente, etc.) y por ello una nueva generación de gente de mediana edad ha decidido independizar sus creencias más profundas por otras, a pesar de que sigan asistiendo (algunos no) a las formas de culto de lo Divino que les han legado.

La búsqueda de la sabiduría antigua

En medio del problema existencial que maneja nuestra sociedad occidental, las grandes teorías que fueron un completo éxito en los siglos pasados hacen también crisis: el marxismo con su idea de una sociedad igualitaria ha demostrado que en los países en que ha sido implantado se acaban las clases sociales para formar solo dos: los de arriba y los abajo. Y los de abajo han terminado sin libertades individuales, sin la idea de la creencia en alguna forma de la Divinidad, en medio de la pobreza extrema, etc. Los de arriba, millonarios y con todas las opciones. Se redistribuye la pobreza a todos.

De otro lado, el liberalismo económico con su idea de que el capital, la ciencia y la tecnología sacarían de la miseria a toda la humanidad... Ahora la humanidad se defiende de las grandes corporaciones que vienen a depredar los recursos naturales y humanos para seguir produciendo riqueza sin control.

Esa es nuestra modernidad en pocas palabras.

Ante ese escenario ya muy poca gente cree en los políticos tradicionales que sustentan una u otra idea. A eso le sumamos la crisis de las creencias religiosas citadas más arriba que nos presionan hoy en día.

Afortunadamente, hoy en día es más claro que la ciencia ha terminado de darle la razón de muchas cosas a las filosofías antiguas como el brahamanismo, el cristianismo antiguo, los discursos de los egipcios (de donde ha salido el cristianismo, el pitagorismo, etc.), la antiquísima sabiduría de los chinos, tibetanos y japoneses y otras más.

Por ejemplo, se entiende muy claro en estos días que la meditación produce innumerables beneficios, algo que se sabía hace cinco mil años en la India y 4 mil años en la China.

Los brahmanes de hace 4 mil años eran conscientes de los atributos del universo (y creyeron en un Creador) y la física los ha reconocido de la misma forma. Y un largo etcétera.

Se ha descubierto que el mito de Osiris y de Horus se transformó en Alejandría en los misterios de Jesús de Nazaret que dieron origen al cristianismo...

Antigüedad y Masonería Egipcia

La Masonería Egipcia es una forma de organización con rituales especiales que permite a las personas entrar en contacto con el mundo espiritual antiguo. En ella, es posible vencer los paradigmas desgastados de la modernidad y volver a lo genuino que los antiguos querían legarle a la humanidad de todos los tiempos.

En los grados de la Masonería Egipcia se encuentra ese conocimiento de oriente y occidente que los Grandes Iniciados de grandes escuelas plasmaron en formas rituales, en escritos y en indicaciones claras para poder llegar a comprender de nuevo lo que ellos vieron originalmente.

La Masonería Egipcia tiene relación directa con las Escuelas Iniciáticas de la antigüedad desde el Egipto antiguo y que luego pasaron a Grecia y Roma, en Alejandría (Egipto) y demás lugares del Medio Oriente y del mundo del Mediterráneo cuna, además, de las grandes religiones del mundo (judaísmo, cristianismo e Islam). Pero también, recoge la herencia que las culturas de esta región del mundo legaron a Europa (el templarismo), formas post medievales de filosofía alquímica como el rosacrucismo antiguo (siglo XVII), el gnosticismo medieval y otras escuelas.

Las líneas de pensamiento y filosofías que nos vienen desde estas escuelas (la espiritualidad sin contaminaciones posteriores) es el centro de la gran escuela que se ha reunido en el mundo de la Masonería Egipcia que también es cristiana o crística de muchas formas.

Nuevas formas de Cristianismo

Hay en estos días un gran interés por comprender lo que aparece en los escritos de los Rollos del Mar Muerto y los manuscritos de Nag Hammadi que nos cuentan historias pre y cristianas en un gnosticismo muy particular.

Las iglesias, en especial el Vaticano, trataron de evitar por todos los medios su publicación porque muestran formas muy diferentes de lo señalado en los evangelios aceptados tradicionalmente en el cristianismo tradicional.

Ante ello, los Maestros Masones Egipcios de todos los tiempos han conocido que entre los vestigios del pasado se esconden verdades para las cuales las sociedades aún no estaban listas. Poco a poco se ha sabido y entendido que hay un conocimiento oculto. Por ello, la Masonería Egipcia es crística o cristiana de muchas formas porque para ella es muy claro que Egipto es el padre de este culto, sin ninguna duda.

Y lo sabe al punto de que puede comprender lo que quiso decir la leyenda de Horus copiada y puesta en la escena de Galilea en la vida de Jesús. Los Masones Egipcios no discutimos con estas tradiciones y por eso nos podemos llamar cristianos en el entendido de que hay una increíble leyenda solar inmersa en todo ello que ya está descifrada hace mucho tiempo.

Por ello, los Maestros Masones Egipcios adoptaron al Martinismo, que es una escuela que trabaja específicamente estas teologías, pero no desde la religiosidad. Las investiga y le da forma a nuevas representaciones del cristianismo desde un esoterismo o espiritualismo muy particular que es ritualmente muy íntimo y especial.

Muchas cosas más podríamos decir sobre todos estos temas de los cuales apenas enunciamos algunas generalidades. La realidad es que tratar de conocer la verdad oculta en pirámides, manuscritos y formas rituales, es un apasionante mundo que nos pone en contacto con lo genuino, con las antiguas escuelas y con lo dicho por los sabios que las crearon.

Es por ello que existe la Masonería Egipcia y que por fortuna está presente en nuestro país.

Respetable Logia Isis No. 7, rescoldo de paz para la humanidad
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